miércoles, 5 de diciembre de 2007

SINDICATO

Después de la acostumbrada reunión del sindicato, Alberto salió satisfecho por la prolongación de la huelga y las nuevas manifestaciones acordadas. Cada día acudía temprano a las reuniones del sindicato y salía a perifonear por las calles contra el gobierno y las injusticias sociales. En una de las marchas por las calles trujillanas Alberto sintió un escalofrío y el sudor de angustia discurría por su frente. Escuchó de uno de los secretarios del sindicato que el gobierno había accedido a los reclamos y exigencias planteadas durante la huelga. Alberto pensó en lo que haría de ahora en adelante, su vida consistía en estar en contra de las injusticias sociales, y por ende necesitaba que existan injusticias sociales. Los reclamos en las calles eran su día a día, y si el gobierno solucionaba las necesidades de las personas, ya no tendría sentido reclamar. Al fin, después de algunos minutos, Alberto suspiró aliviado al darse cuenta que, históricamente, el gobierno siempre mentía al pueblo y que las injusticias sociales y la lucha de clases eran parte de la historia de la humanidad.

FUNERAL

Cuando murió doña Norma, las personas murmuraban en el sepelio lo trágico de su muerte. Las palabras se referían a lo funesto y al ambiente patético del funeral. Los asistentes mostraban gran preocupación y dramatismo por la calidad de las flores, el adorno del ataúd, el olor del café y el sabor del aguadito con poca carne. Cuando uno de los presentes, con voz solemne y quejumbrosa, preguntó quienes serían los próximos en seguir los pasos de la difunta, los acompañantes se quedaron mudos y perplejos… no hablaron durante todo el entierro. Cada uno de los asistentes contempló consternado su rostro dentro del ataúd de doña Norma y vio sus nombres y apellidos escritos en la lápida.

martes, 4 de diciembre de 2007

EMPATÍA

-¿Tú me amas?- Pregunto Pamela llena de pasión. -¿De verdad me amas?- Añadió con los rojizos labios. -Esas cosas no se preguntan. Si te digo que si es solo para responderte, será obligado… decir que te amo nace de uno; nace del corazón - respondió el enamorado. Pamela se quedo pensativa y obnubilada, se preguntó así misma cuando llegaría el momento de la confesión de Luis, el momento de escuchar de la voz de Luis un "te amo" desde lo más profundo de su corazón. Pamela seguía en su letargo, imaginándose que Luis no la amaba y que la engañaba con otra. Después del discernimiento y el convencimiento, Pamela abofeteo la mejilla de su amado y terminó la relación. Luis quedo confundido; pues, mientras Pamela estuvo en silencio, él, incansablemente, con los labios almibarados le repetía y le juraba amor eterno, le había dicho en todo momento que la amaba.

CELULAR

Cuando le compraron el celular, Karina se sintió la joven más feliz del mundo. Sus padres le regalaron un celular para tomar fotos, grabar, filmar, y hasta para hacer las tareas del colegio. La advertencia de los padres en cuidar el celular fueron claras –cuídalo porque no tenemos plata para comprarte otro, ten cuidado que se golpee, se rompa o te lo roben- . Cada vez que portaba el celular, la angustia invadía el alma de Karina. Se imaginaba que alguien se lo sacaba de la mochila, que el forro de la falda rayaba la pantalla o que la punta del lapicero se clavaba en las teclas. La desesperación y el terror crecían cada vez más. Cuando iba por las calles apagaba el celular por temor a que los ladrones escuchen el timbre de las llamadas y se lo roben. Para conservar el celular, Karina decidió dejarlo en su cuarto para que no se golpee, ni se rompa ni se lo roben. Dejo el celular en su cajón con llave para que nadie lo coja y se fue tranquila al colegio. Al final de la clase otro temor invadió el alma de Karina ¿Y si el celular se malogra por no usarlo?

EL ESCRITOR

Los libros apilados en el escritorio, los cerillos que rebasan el cenicero, la copa de vino a medio tomar, las hojas escritas con tinta diáfana y el insomnio que no deja pensar. Martín se sintió satisfecho porque al fin pudo terminar de escribir la novela de su vida. Al fin pudo terminar con la palúdica tarea que lo gobernaba. Martín comenzó a revisar cada capítulo antes de mandarlo a la imprenta en donde hace cuatro meses lo estaban esperando. Mientras revisaba las páginas y el día salía del fuego para entrar en las brasas; Martín fue recuperándose de los cigarros y las copas de vino que aturdían su mente y que se conjugaban con el insomnio de no hacer nada. Al recuperar totalmente la visión y la lucidez se percató que durante cuatro meses no había escrito nada y que las hojas estaban en blanco. Lleno de angustia y desesperación, Martín comenzó a tomar y fumar, tomar y fumar, tomar y fumar, hasta que después de algunas horas pudo entregar la novela a la imprenta.

LA ESPERA

En la mesa junto al alfeizar de la ventana, Ricardo pidió su vodka y comenzó a berberlo mientras esperaba a su amada. Los minutos, luego las horas, transcurrían pesadamente y Milagros no llegaba. Al cabo de algunas horas, después de varias botellas de Vodka, Ricardo vio a Milagros, la miró sirviendo y atendiendo las mesas del bar, la notó con un delantal de mesera. Ricardo se encontró consternado al ver que los demás hombres la llamaban y se reían con ella. Se puso de pie y armo un escándalo hasta que fue sacado a patadas y puñetes por la seguridad del bar, quienes acostumbrados a los exabruptos de Ricardo actuaron al escuchar el llamado de Cinthia –Muchachos, otra vez el viejo está borracho y comenzó a molestar a los clientes, otra vez me llama Milagros- . Después de subir al taxi y llegar a casa, Ricardo miró las fotos de su matrimonio con Milagros y llorando se pregunto porque se fue y porque no vuelve… -ya son 20 años de espera-.dijo mientras se dormía.

MANIFIESTO LITERARIO


La literatura se ha convertido en el auténtico, verdadero e inagotable registro de lo que pasa en el mundo desde la visión interior del escritor.
El lenguaje representa la forma más alta de una condición inherente de la condición humana, la de simbolizar, es decir, de representar lo real por medio de signos. El ser humano siente la necesidad de expresarse a través de signos ya que no hay relaciones de conocimientos inmediatas y directas entre el ser humano y el mundo, y tampoco entre el ser humano y el ser humano.
El escritor es aquel ser humano que siente la necesidad de expresar y conocer su mundo a través de signos, signos que no sólo expresan lo referencial del lenguaje, sino también lo afectivo, lo fantástico y todo lo subjetivo de la naturaleza humana. La literatura trasciende los signos convencionales de la lengua dotándolos de función estética.
El grupo literario “Pluma de Carne” siente la necesidad, no sólo de expresar mediante signos estéticos sus vivencias internas-externas, sino además expresar sus motivos existenciales y literarios mediante un manifiesto, un manifiesto que está referido a la literatura: un manifiesto literario.
Al escribir un manifiesto no estamos ajenos a errores. Los postulados vertidos en este manifiesto son propensos a ser debatidos por la teoría literaria contemporánea y más aún por el dominio de la ciencia en el estudio de la literatura.
La intención de escribir un manifiesto literario no es la de proponer una teoría literaria que amalgame todo un cúmulo de conocimientos, tampoco es la de proponer una metodología de análisis de una obra literaria. Nuestra intención radica en la necesidad de manifestar nuestra concepción de literatura y la responsabilidad que conlleva hacer literatura; expresando esto, estamos justificando nuestra existencia.
Gran parte de nuestra ideología esta ligada a este manifiesto, y aunque cada persona es distinta, piensa distinto y percibe el mundo de forma distinta porque vive distinto, en este manifiesto se han tratado de converger las ideas de todos aquellos que han escrito (y que no han escrito) en esta revista intentado aproximarnos a la creación literaria
Los postulados que expresamos pueden parecer erróneos, sin embargo nosotros no lo consideramos así, pues estos postulados recogen nuestra visión del mundo, nuestro modo de ver y sentir un universo concreto de los seres y las cosas.
Los cuentos y poemas presentados en la revista son misceláneos en la temática y en la forma en que son presentados, pero todos poseen una singularidad: cada uno de ellos descubren un aspecto de la condición humana.
Sin mayor dilación les presentamos nuestros postulados:

Ø La literatura es producto de una práctica social constante que emana del escritor gracias al reflejo de la realidad; este reflejo es de carácter artístico y opera transformando estéticamente la realidad.
Ø La práctica de la literatura es constante en el escritor; se seguirá considerando escritor a aquel que siga escribiendo y escudriñando los rasgos distintivos de su época, pues la literatura no es un ente estático que solo nos conlleva a la contemplación y al éxtasis, además la literatura, por ser de naturaleza dialéctica, nos conduce a una transformación tanto del escritor como del lector y por ende de la sociedad.
Ø El escritor debe tener un grado mayor de conciencia en relación con los demás, pues debe ser la luminaria de la humanidad. La literatura nos debe proporcionar la razón para deslindar lo admirable de lo grotesco.
Ø El escritor cuando escribe dice algo, no puede dejar de decir algo y caer en la nada. Cada palabra suya repercute. Y cada silencio también.
Ø El escritor no escribe para la inmortalidad; la inmortalidad es una terrible coartada pues no es fácil vivir con un pie en la tumba y el otro en la realidad. El escritor escribe para sus contemporáneos, en cada época descubre un aspecto de la condición humana.
Ø La obra literaria es la expresión de una visión del mundo, de un modo de ver y sentir el universo concreto de los seres y cosas, y el escritor es un hombre que encuentra la forma adecuada para crear y expresar ese universo. El artista no copia la realidad ni ensueña verdades, crea seres y cosas que constituyen un universo más o menos vasto y unificado que puede ser fantástico.
Ø La literatura no reside en una forma independiente del contenido perdiendo su rigor al acercarse a la realidad y a las luchas sociales; como tampoco es verdad que se pueda juzgar el valor de una obra literaria sólo por su contenido.
Ø No necesariamente todo escrito que exprese un compromiso social es literatura; de igual forma no todo escrito que posee un alto grado de belleza en la forma se puede considerar literatura.
Ø La literatura no puede prescindir de contenidos, tendencias, y posibilidades sociales pues caería en la desnutrición. La literatura tampoco puede ser concebida como una mera ejecución social sin tener en cuenta la esteticidad, la ficcionalidad, la virtualización o la trascendencia, pues una obra desprovista de todos elementos sería simplemente un artículo editorial lo cual también es un alimento pobre.

jueves, 9 de agosto de 2007

Encuentro

La luz del atardecer que se filtra a través de las nubes y los rayos del sol que se reflejan en el mar subraya el destino final. Los colores son luminosos, las líneas no nos conducen a ningún lugar en particular, ya que pueden ir de adentro hacia fuera o viceversa. La organización de la superficie pintada en escalas de distintos colores brinda la ilusión de profundidad. Existe en la casa un alineamiento de cerca.
La ventana que da a la habitación nos acerca y nos aleja del lugar. A través de la ventana abierta se ve tres testigos de la escena. Sobre un sofá de terciopelo rojo yace una victima desnuda. Todos permanecen inmóviles y da la impresión de que los acontecimientos también quedan suspendidos, sin resolverse.
La puerta esta semi abierta y decido entrar en la habitación, pues el olor hediondo que se propaga en la atmósfera me ha atraído. Al entrar, siento una yuxtaposición turbadora entre lo corriente, lo extraño y lo erótico: me sinto mortal.
El cielo y la tierra parecen fundirse. Miro tras la ventana del cuarto, el azul intenso del cielo que es matizado por el sol del ocaso, y que ahoga sus últimos rayos en el mar. El destino parece simbólico, pues la gloria puede ser sucedida al fracaso
Me siento en la cama frente al sofá, incomodo, en una posición tensa cruzando los brazos para tratar de cubrirme. Los objetos cotidianos que circundan la habitación se funden en la composición de si misma dotando al cuarto de una gran fuerza, a pesar de la aparente vanidad. Me pongo de pie delante del cadáver, la sombra que proyecta la habitación, sombra violenta, desproporcionada, amenazadora; contribuye a desarrollar el clima de angustia que emana del cuerpo. La naturalidad del cadáver me remite a la Venus inmortalizada. El contorno del cuerpo aparece delineado resaltando la voluptuosidad de la postura modelada por luces y sombras.
La habitación es sombría, no por la ausencia de luz, sino por la presencia de la oscuridad. Sobre un fondo veo oscuras formas indefinidas en incesantes movimientos, que parecen metamorfosearse en el vasto espacio de la habitación. El cadáver de mujer aparece como desnuda con un crucifijo en la mano, alejando las tentaciones que le sobrevienen, al fondo están los otros, uno de ellos lleva un obelisco con rasgos medievales, el otro aparece con una mujer en la mano desnuda y voluptuosa, y el último (el que está en medio) lleva sobre sus espaldas una construcción arquitectónica, a través de cuya puerta abierta se ve un torso femenino desnudo. Los tres seres amorfos, híbridos, con rasgos humanos, pero con forma de pájaro, aparecen conformando un triángulo, arriba de ellos veo un cuervo negro de plumaje brilloso. El pájaro tiene una connotación ambivalente, es malvado y tierno, demoníaco y tímido, y puede representar la amenaza o la liberación.
Puedo distinguir al que está en el medio. Al menos puedo ver su rostro; veo la metamorfosis de su rostro desfigurado y torturado, sobre su fondo oscuro distingo una cara angulosa y deformada. La desnudez del espacio subraya su soledad. A su derecha sigue el que lleva un obelisco con rasgos medievales, a su izquierda el otro con una mujer en la mano desnuda y voluptuosa. El del medio me mira fijamente, me mira y se dilata en mi pupila, ¡escalofrió pavoroso! ¡Perplejidad! ¡Obnubilación! ¡Incertidumbre! ¡Pánico! ¡Espanto! ¡Terror!... he reconocido al del medio, se quién es el del medio.
Una sensación de angustia se desprende de mi alma cuando veo sobre mis espaldas una construcción arquitectónica, a través de cuya puerta abierta se ve un torso femenino desnudo. A mi izquierda está el que lleva un obelisco con rasgos medievales, a mi derecha se encuentra el otro que lleva una mujer en la mano desnuda y voluptuosa, y delante de mí veo un gran espejo misterioso y despoblado en el que se desenvuelven seres fantasmales en un espacio sin límites y que capta mi imagen.

martes, 31 de julio de 2007

Respuesta.

Te hice el amor a escondidas,
susurraste mi nombre y exhalaste gemidos
te hice el amor a escondidas,
mientras ocultábamos nuestros sexos
en un grito de ardiente agonía.

Te hice el amor, y por siempre serás mía;
mis manos se hundieron en tus senos
los cuales se erectaban desde el pezón
hasta las más leves tierras movedizas.

Te hice el amor, a pesar que no lo sabías,
pues recién te diste cuenta
cuando por dentro sentiste
mi más leve toque y profundo retoque
del semen que se esparcía.

Te hice el amor a escondidas
qué importa si es o no es a escondidas
pues no creo que estemos solos
si yo escucho tus gemidos
y tú sientes, mis caricias.

Te hice el amor a escondidas
¡perdón! ... te lo hago todos los días.

jueves, 3 de mayo de 2007

MUERTE DE JESÚS (Propuesta de un relato)


MUERTE DE JESÚS. (Propuesta de un relato).

En la atmósfera apesadumbrada se escucha el sonido que produce el golpe del clavo con el martillo, se escucha los llantos y las lamentaciones de las mujeres, se escucha palpitar el corazón de la tierra, se escucha el sollozar del cielo y la huida del viento; sin embargo aquellos ruidos no me deprimen, sólo me deprime un grito silencioso de desesperación y terror “¡Padre! ¿Por qué me has abandonado?”Lo que en un momento fue un grito a manera de pregunta se transformó en un reproche, ¡Dios mió porque me has abandonado!


La risa de los soldados ensordece mi alma pálida y flácida por el dolor de aquel que ha encomendado su espíritu a las manos de su padre ¡Padre: en tus manos encomiendo mi espíritu! Su sangre chorrea y se confunde con las gotas de lluvia que discurren a los ríos del alma. Quisiera beber de tu sangre, como alguna vez otros lo hicieron en la cena del jueves, y callar todos los llantos y blasfemias contra ti. Las horas transcurren pesadamente, pareciese que estamos en el infierno, pareciese que los roles se han invertido y que el paraíso ha caído y el infierno ha emergido. Parece de verdad que el infierno son los otros.

Ni Simón, ni romanos, ni judíos, ni los doce, menos judas, se han quedado a contemplar a su señor. Los trastes de las espadas se escuchan en la tierra y en el cielo. Ya no quedan más curaciones para las heridas de la tierra. Quisiera tener una escalera y subir a los maderos para sacar los clavos de tus manos siempre llenas de sangre. Los pájaros no quieren cantar; los ruiseñores no dejarán escapar de sus cuerdas vocales ese canto alegre y delicioso, ya no tienen motivo para cantar; jamás cantarán al Jesús de la cruz, al Jesús lleno de muerte; en sus recuerdos quedará el Jesús milagroso y lleno de vida que cruzó el mar.


¡Cómo se te va la vida señor!, mientras las gentes se van, mientras los soldados levantan los harapos ganados jugando la suerte de tu destino. ¡Padre perdónalos… porque ellos no saben lo que hacen! Mi mente retumba y me siento mediocre, limitado y mortal. Me siento con la necesidad de consolar a mi señor pero no puedo, lo único que puedo es reprochar e indignarme: ¡Dios mió porque lo has abandonado!


¿Hace cuanto tiempo comenzó este juego? juego del silencio y del secreto, juego del tormento y del sufrimiento. Este juego aún no termina y no terminará jamás Hoy nadie velará por ti, ninguno te acompañará. Si has de morir señor, muere rápido, sino yo mismo clavaré el último clavo en tu pecho. Este día no será olvidado en Jerusalén, este es el día de su condena, ¡señor muere de una vez, quiero ver tu muerte antes que tu dolor!


Tu carne se ha excoriado por los látigos y las puntas de las lanzas, tu pelo se ha teñido de rojo, tus ojos se han desviado y tu mirada se pierde en el vacío del absurdo. Tu alma se ha congelado por la baja temperatura del corazón de los hombres, tu hiel se ha esparcido en el tiempo y el espacio. El alma de la humanidad se ha petrificado en una tumba de mármol.


En Jerusalén se escucha cantos a Santán, ¡sangre!, cuerpo del señor reclama Satanás. ¡Para ti es este sacrificio lucifer! dicen las almas perdidas y todos aquellos que le cantan a la bestia. ¡Gloria por la sangre de Jesucristo a ti señor Lucifer! El cielo llora más fuerte, Dios está arrepentido pero ya no puede hacer nada; todo está consumado.


La bestia se ha reencarnado y todos sus súbditos le rinden pleitesías, ¡Gloria Satán por lo alto del infierno, del cielo y la tierra! La lujuria desencadenada de los hombres los convierte en bestias irracionales, fornicadores del cuerpo y el alma. Los templos del señor se caen a pedazos, los mantos de los pastores son quemados junto con ellos, los Ángeles son empalados y el cuerpo de mi pobre señor Jesús está siendo despedazado.


El coro de las tinieblas entona su más solemne oración:
“Gloria y salmos a Satanás en las profundidades del infierno, Satán eterno que estás en el infierno, maldito sea tú nombre, sumerja a nosotros tú reino, déjanos hacer nuestra propia voluntad, danos hoy la lujuria y el sexo, maldice a nuestros enemigos como nosotros los maldecimos, no nos dejes subir al cielo, líbranos de todo”.


He corrido grandes tramos por los campos llevando conmigo los pedazos del cuerpo de mi señor Jesucristo. Me detengo ante la presencia maravillosa de alguien que tenía en el olvido. Esta mujer llora desconsolada ante la pérdida de su hijo, la humanidad. Sus ojos están en el suelo, pues se ha quitado la vista con una espada romana, ya que no quiere ver el colapso de su hijo. Los gritos de María son desgarradores, agudos y eternos, sus ojos en el suelo siguen llorando, sus labios apenas se mueven y apenas logro escuchar su voz. Quien alguna vez crea que ha sufrido por amor, está totalmente equivocado, el sufrimiento de esta mujer es deprimente, esta mujer está agonizando, está desconsolada y perdida; se ha vuelto loca.


Quiero seguir corriendo y no mirar hacía atrás, la escena de dolor violenta cualquier escena dantesca. Mis pies están rajados, las espinas se han incrustado y ya no quiero seguir corriendo, pero el amor de mi señor me da las fuerzas necesarias para seguir. Sigo aferrado a mi pecho el cuerpo de mi señor, los pajarillos miran mi paso y con su melodía alientan mi alma cansada, los árboles me ofrecen su cuerpo para utilizarlo de soporte, las hojas se tienden sobre el suelo para no sufrir las puntas cortantes del suelo, las nubes me ofrecen sus gotas de lluvia para hidratar mi cuerpo, la luna me brinda su luz como linterna para poder iluminar mi camino, sólo los hombres dejaron de ser hombres.


He llegado al refugio de los doce llevando el cuerpo de mi señor, ellos no están, ya no estarán jamás, creo que nunca estuvieron. Con dolor, tristeza, decepción y rencor he visto a los doce confundidos en la masa de los seguidores de Satán, me cuesta reconocerlo pero lo tengo que aceptar; ellos son adoradores de lucifer. Pedro reniega de Jesús, no cumplió con su promesa, está diciendo; ¡maldito sea el nazareno! dicen los demás apóstoles. Santiago y los otros le traen una mujer que ha sido ultrajada por todos los doce. Santiago y los otros traen arrastrando a María Magdalena para ser ofrecida a su nuevo señor. María Magdalena está desnuda y llora por su tragedia y la tragedia de su señor. Los doce son redimidos por un abrazo infernal de Satanás, han atado a Magdalena al altar, otrora altar de iglesia, ahora altar de lujuria.


Mis carnes flácidas y perplejas ya no caminan más, mis muslos se han rendido y mi alma yo no tiene paz. Sangre, minuto de muerte, estacas clavadas en el cuerpo de mi señor: ¡el mal ha triunfado! La bestia tiene sexo en el altar de la iglesia, quiere procrear su especie, lo ha logrado, sus séquitos durarán por los siglos de los siglos. Adiós.









Vida.

No pienso;
deje de pensar,
ya no existo.

Permanecí inmóvil:
mis venas …se movían.
Sentí el amor y el odio:
mi alma está muerta.
Mi cuerpo está aquí:
mi cuerpo ya no es.

La nada tiene al algo como negación,
yo no tengo nada,
ni siquiera a la nada.

No tengo nada
soy la misma nada
que no tiene ese algo para negarlo…
La nada que no es nada.

Salmo 1

¡Ay señor¡
si tu dolor fuera también el mió.

Yo no tengo silencio,
para callar tu sufrimiento.
No tengo ruido,
para interrumpir el sonido
de tu llanto.

Tampoco tengo mañanas,
para borrar tu pasado.

Voy arrastrando mis penas,
sin poder llevar las tuyas.

Yo no tengo llantos,
que lloren por ti.
No tengo vida,
porque ya la perdí.

salmo 2

Creo en ti,
sin tener rasgos de tu cuerpo.

Creo en ti,
como creo en el amanecer
y en las puestas de sol por las tardes,
como en las infinitas estrellas
de la alfombre negra del cielo.

Creo en ti señor,
como creo en la vida y en la muerte.

Creo en ti,
como la ráfaga de viento y fuego
que fulminan
el silencio de mi paz,
de mi inocencia
y de mi ser.

Estructuras disipativas

Somos un sueño imposible,
un lustro de ilusiones,
un recuerdo perdido en la noche,
un tiempo que busca su quimera de recuerdos.

Somos hojas que se pierden en el invierno,
dos seres en unidad dialéctica.

Somos gotas de llanto
derramados por personas distintas…
que ven la misma película.

Al final siempre somos
lo que siempre fuimos:
estructuras disipativas.

Sacrilegio.

Muchos de ustedes;
con temple y gallardía,
suelen reclamar.

¡Como no creer en Dios!
Si él todo nos lo da
¡Como no creer en Dios!
Si con nosotros él está

Yo les reclamaría a ustedes
apócrifos de la verdad
¡tened un poco de temple y gallardía!
para poder pensar
pensar en aquellos que nada tienen,
y solos sus días terminaran.

Pensar en aquellos que si en Dios creyeran;
pensarían que solo es una miga de pan,
miga la cual comen,
y no reclaman más.

Pensar en aquellos que si en Dios creyeran;
del desagüe lo podrían tildar,
porque solo de basura,
sus grandes mares estomacales…
suelen llenar.

También tendrían que pensar;
pensar en aquellos
que a nadie puede contemplar,
y que solos y desdichados,
sus días suelen pasar.

Díganme ustedes;
doctores de la fe y la moral,
como podemos mostrar a un Dios
de amor incondicional,
si nosotros nos odiamos sin piedad,
Como mostrar a un Dios
de infinita bondad,
si pudriéndose de hambre
nuestros hermanos están,
y como carroñas hambrientas,
le quitamos el pan.

Como mostrar a un Dios
de sacrificio total
si pensamos en las limosnas,
que a nuestras arcas vienen a parar

Díganme ustedes;
filósofos de la ética teologal,
Como mostrar a un Dios
lleno de paz
Si solo en guerras
ha caído la humanidad,
creyendo conquistar un mundo
de terror infernal…
de que valdría ser dueño de este mundo,
si matamos a los demás.

Solo te pido señor;
que ya no envíes a otro loco
para salvarnos del mal,
ya que su sacrifico fue en vano
y los poderosos lo querrán volver utilizar.

Atados.

Tómame la mano
sin parar,
que pronto te diré
cual es nuestro destino
Tómame la mano para perder
mis temores
y ver en tus ojos
la felicidad

Si esta escrito que te perderé,
tómame la mano mi amor
para retar al destino
Tómame la mano
sin parar
y leer en tus manos
nuestro camino.

Tómame la mano
y dame una esperanza
Si esta escrito que te perderé,
dame tus manos
sin parar
para albergar la dicha
de encontrar
un mañana.

Tómame la mano
mi amor
y no dejes que la muerte te lleve
Dame la esperanza
para estar a tu lado,
dame la esperanza
para ser feliz.

Tómame la mano
para cumplir nuestro destino.

No quiero soltar tus manos
porque cuando te pierdo;
me pierdo a mi mismo