miércoles, 5 de diciembre de 2007

SINDICATO

Después de la acostumbrada reunión del sindicato, Alberto salió satisfecho por la prolongación de la huelga y las nuevas manifestaciones acordadas. Cada día acudía temprano a las reuniones del sindicato y salía a perifonear por las calles contra el gobierno y las injusticias sociales. En una de las marchas por las calles trujillanas Alberto sintió un escalofrío y el sudor de angustia discurría por su frente. Escuchó de uno de los secretarios del sindicato que el gobierno había accedido a los reclamos y exigencias planteadas durante la huelga. Alberto pensó en lo que haría de ahora en adelante, su vida consistía en estar en contra de las injusticias sociales, y por ende necesitaba que existan injusticias sociales. Los reclamos en las calles eran su día a día, y si el gobierno solucionaba las necesidades de las personas, ya no tendría sentido reclamar. Al fin, después de algunos minutos, Alberto suspiró aliviado al darse cuenta que, históricamente, el gobierno siempre mentía al pueblo y que las injusticias sociales y la lucha de clases eran parte de la historia de la humanidad.

FUNERAL

Cuando murió doña Norma, las personas murmuraban en el sepelio lo trágico de su muerte. Las palabras se referían a lo funesto y al ambiente patético del funeral. Los asistentes mostraban gran preocupación y dramatismo por la calidad de las flores, el adorno del ataúd, el olor del café y el sabor del aguadito con poca carne. Cuando uno de los presentes, con voz solemne y quejumbrosa, preguntó quienes serían los próximos en seguir los pasos de la difunta, los acompañantes se quedaron mudos y perplejos… no hablaron durante todo el entierro. Cada uno de los asistentes contempló consternado su rostro dentro del ataúd de doña Norma y vio sus nombres y apellidos escritos en la lápida.

martes, 4 de diciembre de 2007

EMPATÍA

-¿Tú me amas?- Pregunto Pamela llena de pasión. -¿De verdad me amas?- Añadió con los rojizos labios. -Esas cosas no se preguntan. Si te digo que si es solo para responderte, será obligado… decir que te amo nace de uno; nace del corazón - respondió el enamorado. Pamela se quedo pensativa y obnubilada, se preguntó así misma cuando llegaría el momento de la confesión de Luis, el momento de escuchar de la voz de Luis un "te amo" desde lo más profundo de su corazón. Pamela seguía en su letargo, imaginándose que Luis no la amaba y que la engañaba con otra. Después del discernimiento y el convencimiento, Pamela abofeteo la mejilla de su amado y terminó la relación. Luis quedo confundido; pues, mientras Pamela estuvo en silencio, él, incansablemente, con los labios almibarados le repetía y le juraba amor eterno, le había dicho en todo momento que la amaba.

CELULAR

Cuando le compraron el celular, Karina se sintió la joven más feliz del mundo. Sus padres le regalaron un celular para tomar fotos, grabar, filmar, y hasta para hacer las tareas del colegio. La advertencia de los padres en cuidar el celular fueron claras –cuídalo porque no tenemos plata para comprarte otro, ten cuidado que se golpee, se rompa o te lo roben- . Cada vez que portaba el celular, la angustia invadía el alma de Karina. Se imaginaba que alguien se lo sacaba de la mochila, que el forro de la falda rayaba la pantalla o que la punta del lapicero se clavaba en las teclas. La desesperación y el terror crecían cada vez más. Cuando iba por las calles apagaba el celular por temor a que los ladrones escuchen el timbre de las llamadas y se lo roben. Para conservar el celular, Karina decidió dejarlo en su cuarto para que no se golpee, ni se rompa ni se lo roben. Dejo el celular en su cajón con llave para que nadie lo coja y se fue tranquila al colegio. Al final de la clase otro temor invadió el alma de Karina ¿Y si el celular se malogra por no usarlo?

EL ESCRITOR

Los libros apilados en el escritorio, los cerillos que rebasan el cenicero, la copa de vino a medio tomar, las hojas escritas con tinta diáfana y el insomnio que no deja pensar. Martín se sintió satisfecho porque al fin pudo terminar de escribir la novela de su vida. Al fin pudo terminar con la palúdica tarea que lo gobernaba. Martín comenzó a revisar cada capítulo antes de mandarlo a la imprenta en donde hace cuatro meses lo estaban esperando. Mientras revisaba las páginas y el día salía del fuego para entrar en las brasas; Martín fue recuperándose de los cigarros y las copas de vino que aturdían su mente y que se conjugaban con el insomnio de no hacer nada. Al recuperar totalmente la visión y la lucidez se percató que durante cuatro meses no había escrito nada y que las hojas estaban en blanco. Lleno de angustia y desesperación, Martín comenzó a tomar y fumar, tomar y fumar, tomar y fumar, hasta que después de algunas horas pudo entregar la novela a la imprenta.

LA ESPERA

En la mesa junto al alfeizar de la ventana, Ricardo pidió su vodka y comenzó a berberlo mientras esperaba a su amada. Los minutos, luego las horas, transcurrían pesadamente y Milagros no llegaba. Al cabo de algunas horas, después de varias botellas de Vodka, Ricardo vio a Milagros, la miró sirviendo y atendiendo las mesas del bar, la notó con un delantal de mesera. Ricardo se encontró consternado al ver que los demás hombres la llamaban y se reían con ella. Se puso de pie y armo un escándalo hasta que fue sacado a patadas y puñetes por la seguridad del bar, quienes acostumbrados a los exabruptos de Ricardo actuaron al escuchar el llamado de Cinthia –Muchachos, otra vez el viejo está borracho y comenzó a molestar a los clientes, otra vez me llama Milagros- . Después de subir al taxi y llegar a casa, Ricardo miró las fotos de su matrimonio con Milagros y llorando se pregunto porque se fue y porque no vuelve… -ya son 20 años de espera-.dijo mientras se dormía.

MANIFIESTO LITERARIO


La literatura se ha convertido en el auténtico, verdadero e inagotable registro de lo que pasa en el mundo desde la visión interior del escritor.
El lenguaje representa la forma más alta de una condición inherente de la condición humana, la de simbolizar, es decir, de representar lo real por medio de signos. El ser humano siente la necesidad de expresarse a través de signos ya que no hay relaciones de conocimientos inmediatas y directas entre el ser humano y el mundo, y tampoco entre el ser humano y el ser humano.
El escritor es aquel ser humano que siente la necesidad de expresar y conocer su mundo a través de signos, signos que no sólo expresan lo referencial del lenguaje, sino también lo afectivo, lo fantástico y todo lo subjetivo de la naturaleza humana. La literatura trasciende los signos convencionales de la lengua dotándolos de función estética.
El grupo literario “Pluma de Carne” siente la necesidad, no sólo de expresar mediante signos estéticos sus vivencias internas-externas, sino además expresar sus motivos existenciales y literarios mediante un manifiesto, un manifiesto que está referido a la literatura: un manifiesto literario.
Al escribir un manifiesto no estamos ajenos a errores. Los postulados vertidos en este manifiesto son propensos a ser debatidos por la teoría literaria contemporánea y más aún por el dominio de la ciencia en el estudio de la literatura.
La intención de escribir un manifiesto literario no es la de proponer una teoría literaria que amalgame todo un cúmulo de conocimientos, tampoco es la de proponer una metodología de análisis de una obra literaria. Nuestra intención radica en la necesidad de manifestar nuestra concepción de literatura y la responsabilidad que conlleva hacer literatura; expresando esto, estamos justificando nuestra existencia.
Gran parte de nuestra ideología esta ligada a este manifiesto, y aunque cada persona es distinta, piensa distinto y percibe el mundo de forma distinta porque vive distinto, en este manifiesto se han tratado de converger las ideas de todos aquellos que han escrito (y que no han escrito) en esta revista intentado aproximarnos a la creación literaria
Los postulados que expresamos pueden parecer erróneos, sin embargo nosotros no lo consideramos así, pues estos postulados recogen nuestra visión del mundo, nuestro modo de ver y sentir un universo concreto de los seres y las cosas.
Los cuentos y poemas presentados en la revista son misceláneos en la temática y en la forma en que son presentados, pero todos poseen una singularidad: cada uno de ellos descubren un aspecto de la condición humana.
Sin mayor dilación les presentamos nuestros postulados:

Ø La literatura es producto de una práctica social constante que emana del escritor gracias al reflejo de la realidad; este reflejo es de carácter artístico y opera transformando estéticamente la realidad.
Ø La práctica de la literatura es constante en el escritor; se seguirá considerando escritor a aquel que siga escribiendo y escudriñando los rasgos distintivos de su época, pues la literatura no es un ente estático que solo nos conlleva a la contemplación y al éxtasis, además la literatura, por ser de naturaleza dialéctica, nos conduce a una transformación tanto del escritor como del lector y por ende de la sociedad.
Ø El escritor debe tener un grado mayor de conciencia en relación con los demás, pues debe ser la luminaria de la humanidad. La literatura nos debe proporcionar la razón para deslindar lo admirable de lo grotesco.
Ø El escritor cuando escribe dice algo, no puede dejar de decir algo y caer en la nada. Cada palabra suya repercute. Y cada silencio también.
Ø El escritor no escribe para la inmortalidad; la inmortalidad es una terrible coartada pues no es fácil vivir con un pie en la tumba y el otro en la realidad. El escritor escribe para sus contemporáneos, en cada época descubre un aspecto de la condición humana.
Ø La obra literaria es la expresión de una visión del mundo, de un modo de ver y sentir el universo concreto de los seres y cosas, y el escritor es un hombre que encuentra la forma adecuada para crear y expresar ese universo. El artista no copia la realidad ni ensueña verdades, crea seres y cosas que constituyen un universo más o menos vasto y unificado que puede ser fantástico.
Ø La literatura no reside en una forma independiente del contenido perdiendo su rigor al acercarse a la realidad y a las luchas sociales; como tampoco es verdad que se pueda juzgar el valor de una obra literaria sólo por su contenido.
Ø No necesariamente todo escrito que exprese un compromiso social es literatura; de igual forma no todo escrito que posee un alto grado de belleza en la forma se puede considerar literatura.
Ø La literatura no puede prescindir de contenidos, tendencias, y posibilidades sociales pues caería en la desnutrición. La literatura tampoco puede ser concebida como una mera ejecución social sin tener en cuenta la esteticidad, la ficcionalidad, la virtualización o la trascendencia, pues una obra desprovista de todos elementos sería simplemente un artículo editorial lo cual también es un alimento pobre.