jueves, 3 de mayo de 2007

Salmo 1

¡Ay señor¡
si tu dolor fuera también el mió.

Yo no tengo silencio,
para callar tu sufrimiento.
No tengo ruido,
para interrumpir el sonido
de tu llanto.

Tampoco tengo mañanas,
para borrar tu pasado.

Voy arrastrando mis penas,
sin poder llevar las tuyas.

Yo no tengo llantos,
que lloren por ti.
No tengo vida,
porque ya la perdí.

3 comentarios:

Gonzalo Del Rosario dijo...

Ala me dejas perplejo

Puta mare cómo no me avisas, así eres . . . pucha me choteas . . . hasta ese 'on va a publicar, no jodas peeee

Anónimo dijo...

es como si estuvieras delante de jesús y te conmueves de su dolor. Aunque yo no soy creyente, me gusto tú poema, creo que si hubiera nacido católico, me hubiera gustado recitar ese poema

Anónimo dijo...

se nota tu concepción cristiana, aunque con esto no quiero decir que no me guste. me parece poético. además veo rasgos de critica a la religión la cual crees. suerte amigo.
Laura.